Los 3 filtros de Sócrates y las redes sociales
Un día, uno de los discípulos de Sócrates le dijo:
-¿Sabes lo que acabo de escuchar sobre tu amigo?
Sócrates le mencionó lo siguiente:
-Antes de escuchar lo que tienes que decir, el mensaje tiene que pasar por la prueba de los tres filtros. Si el mensaje no pasa la prueba, no es digno de ser escuchado.
La primera pregunta que hizo fue:
-¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es verdad?.
-No, -dijo el hombre-, lo acabo de escuchar recién.
-Entonces no estás seguro.
Sócrates hizo la segunda pregunta:
-¿Lo que me vas a decir es bueno o no?. -El discípulo dijo que no era bueno, más bien todo lo contrario.
Sócrates dijo: -me vas a decir algo malo, pero no estás completamente seguro de que sea cierto. -El discípulo admitió que ese era el caso.
Sócrates hizo la tercera pregunta: -¿Lo que tienes que decir sobre mi amigo me va a ayudar?. -El discípulo le dijo que no era útil en absoluto.
Finalmente Sócrates dijo: -Si lo que quieres decirme no es cierto, no es bueno y ni siquiera es útil, ¿por qué querría escucharlo?
Trato de aplicar estos mismos principios antes de publicar algo en redes sociales. Antes de apretar el botón de publicar, compartir o de retweet, googleo rápidamente para comprobar si es cierto o no. Luego me pregunto si es bueno, y finalmente siempre trato de que sea algo útil, ya sea para compartir conocimiento o sacarle una sonrisa a alguien (larga vida a los memes).
Y digo trato porque a veces no lo cumplo (soy humano también), pero muy pocas veces me verás enfrascándome en una pelea política o publicando un fake news. Me ha pasado haber escrito un post muy extenso (o la respuesta a uno) y haberlo borrado por no cumplir ninguno de estos 3 filtros.
En el caso de este post quizá la historia no sea cierta, pero tiene un buen mensaje y definitivamente es útil.
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