En mis últimos diez años he leído muchos libros de finanzas personales pensando (quizá ingenuamente) que podría encontrar el secreto, alguna fórmula mágica.
Luego de cientos de horas de lectura el tema comenzó a hacerse repetitivo, y la fórmula mágica aún no llegaba.
El problema era que la fórmula siempre estuvo allí, desde el primer libro, pero como no era "mágica" o quizá como no era una solución "complicada", no la reconocí, o no quise hacerlo.
La fórmula es muy sencilla y se resume en 4 variables:
Dinero ganado
Dinero gastado
Tasa de retorno
Tiempo
Y la fórmula es la siguiente:
(dinero ganado - dinero gastado) * (1 + tasa de retorno) ^ tiempo
En otras palabras: La riqueza es lo que obtienes cuando ganas más de lo que gastas, y esa diferencia la haces crecer.
Entonces, si la fórmula es tan simple, ¿por qué no lo usamos todos?
Eso se da porque dentro de las finanzas personales, solo el 10% es finanzas, y el 90% restante es mentalidad.
Si es así, entonces debemos trabajar más en lo segundo que en lo primero.
Pude ahorrarme muchas horas tratando de interiorizar esto en vez de leerme todo libro de finanzas personales que encontraba.
Ahora toca trabajar en tener la mentalidad para lograrlo.
Si te pareció interesante este artículo, ayúdame dándole clic al corazón, dejando un comentario o compartiéndolo con un amigo. Y si aún no estás suscrito, ¡SUSCRÍBETE! ¡Mil gracias!